Primera alcaldesa de una ciudad capital en América
Felisa Rincón de Gautier, conocida cariñosamente como Doña Fela, se convirtió en la primera alcaldesa de una ciudad capital en el continente americano en 1946, cuando fue elegida alcaldesa de San Juan, Puerto Rico. Fue reelegida en cuatro ocasiones, sirviendo en el cargo hasta 1969. Doña Fela se dedicó al bienestar colectivo, trabajando para mejorar la vivienda, la salud pública y el empleo de los residentes más vulnerables de la ciudad.
Doña Fela nació el 9 de enero de 1897 en Ceiba, Puerto Rico, a 33 millas al sureste de San Juan, en el seno de una familia de clase alta. Su padre, Enrique Rincón Plumey, era abogado y su madre, Rita Marrero Rivera, era maestra de escuela. La familia se mudó a San Juan cuando Doña Fela tenía diez años. Al ser la mayor de nueve hijos del matrimonio, a menudo la enviaban a vivir con parientes e, incluso, abandonó la escuela para cuidar a sus hermanos menores tras la muerte de su madre.
En su adolescencia, Doña Fela se convirtió en una costurera talentosa. Interesada en estudiar moda, se mudó a la ciudad de Nueva York para aprender diseño y cómo manejar un negocio de ropa. De regreso a San Juan, abrió la exitosa “Felisa’s Style Shop”. A lo largo de su carrera, Doña Fela fue reconocida por su estilo y elegancia. Siempre llevaba el cabello recogido con su moño característico, y nunca se aparecía sin su lápiz labial rojo brillante y un esmalte de uñas.
Doña Fela pertenecía al Partido Liberal (del cual su padre era un miembro bien conectado) y se involucró activamente en la campaña por el sufragio femenino en Puerto Rico. Las mujeres puertorriqueñas que pudieron aprobar las pruebas de alfabetización votaron en la primera elección importante en 1932 (el sufragio universal se aprobó en 1935). Doña Fela fue la quinta mujer de la isla en registrarse como electora, en contra de los deseos de su padre. Pronto se convirtió en la representante del Partido Liberal para el registro de mujeres. En este rol, Doña Fela fue de puerta en puerta informando a las mujeres de sus derechos y animándolas a registrarse como votantes. La pobreza que presenció mientras hacía proselitismo en las barriadas de San Juan la afectó profundamente. Su deseo de mejorar estas condiciones se convirtió en la fuerza motriz de su agenda política.
En ese tiempo conoció y se convirtió en partidaria de Luis Muñoz Marín (el futuro gobernador de Puerto Rico de 1949-1965). Tras la derrota del Partido Liberal en las elecciones de 1936 y con los conflictos que se generaron al interior del partido, Doña Fela ayudó a Muñoz Marín a fundar el Partido Popular Democrático (PPD) en 1938. Muñoz Marín nombró a Doña Fela presidenta del Comité por San Juan del PPD en 1940 y la dirección del partido la animó a postularse para la alcaldía de San Juan en 1944. En 1940, Doña Fela se había casado con Jenaro A. Gautier, un abogado que para entonces era el secretario general del PPD. Debido a la resistencia de su esposo y su padre a su candidatura, ella rechazó la oportunidad, pero cuando el alcalde Roberto Sánchez Vilella declinó en 1946, Doña Fela aceptó el nombramiento como alcaldesa de San Juan.
Como alcaldesa, Doña Fela denominó a su filosofía política “maternalismo benevolente”. Trabajó en la distribución de alimentos y zapatos a niños pobres, en la construcción de centros para el cuidado de personas mayores y en la asistencia legal a las personas de bajos ingresos. Dedicada a mejorar la salud pública, Doña Fela encabezó la renovación del complejo del Hospital Municipal de San Juan, convirtiéndolo en el primer hospital de la isla en recibir la acreditación completa de la Asociación Estadounidense de Hospitales y allanando el camino para la fundación de la Facultad de Medicina en 1950. Probablemente, su logro más notable fue el establecimiento en 1949 de las “Escuelas Maternales”: centros preescolares y de cuidado infantil que sirvieron de modelo para el programa federal Head Start en los Estados Unidos. Estos centros fueron diseñados para que las madres pudiesen buscar empleo fuera del hogar, ya que aumentar la participación de las mujeres en la economía era muy importante para Doña Fela.
Gran parte del respaldo político de Doña Fela provino de los habitantes pobres de la ciudad, quienes la apoyaron dentro del Partido Popular Democrático. Ella luchó incansablemente para ganarse al electorado: “Mis oponentes hacen campaña justo antes de las elecciones y luego desaparecen”, dijo una vez. “Yo empiezo a hacer campaña el día después de las elecciones y no paro nunca”.
Doña Fela siguió siendo una aliada incondicional del gobernador Muñoz Marín, así como una ferviente defensora del Estado Libre Asociado para Puerto Rico, uno de los principios fundacionales del PPD. A principios de su vida había favorecido la independencia de la isla, pero su punto de vista cambió y apoyó la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico que entró en vigor en 1952. Bajo su liderazgo, la ciudad construyó nuevas escuelas y proyectos de vivienda para su creciente población. Mientras Doña Fela era alcaldesa, la población de San Juan creció de unas 180 mil a 5 mil personas; aun así, ella se las arregló para mantener una conexión personal con sus electores. Durante su tiempo en el cargo, realizó jornadas de puertas abiertas todos los miércoles en el Ayuntamiento, durante las cuales los residentes podían acudir a ella para compartir sus preocupaciones o buscar ayuda. También se le recuerda por deleitar y maravillar a los niños de San Juan volando en aviones llenos de nieve y distribuyendo regalos en Navidad.
Doña Fela se dedicó a proteger el patrimonio cultural de San Juan. Su administración creó la Comisión de Monumentos Históricos, que conservó gran parte de la arquitectura colonial en la sección histórica de la ciudad, conocida como Viejo San Juan. El trabajo de conservación de Doña Fela llevó a San Juan a recibir el reconocimiento “All-American City Award” de la Liga Cívica Nacional en 1959.
Doña Fela fue reelegida cuatro veces, y ejerció como alcaldesa de San Juan hasta el 13 de enero de 1969. Siguió activa en la política después de dejar el cargo. Doña Fela participó como delegada en las convenciones de nominación del Partido Demócrata (de hecho, en su última convención en 1992 y con 95 años, fue la delegada de mayor edad en asistir) y formó parte de comités relacionados con asuntos urbanos. También actuó como Embajadora de Buena Voluntad en países alrededor del mundo. Doña Fela recibió numerosos premios y honores de estados, grupos cívicos y organizaciones religiosas de todo el mundo.
Doña Fela murió en San Juan el 16 de septiembre de 1994 a los 97 años.
Brandman, Mariana. “Felisa Rincón de Gautier.” National Women’s History Museum, 2020. 22-november-2024.
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