El Capitolio – Durante una audiencia pública de la Comisión de Derechos Humanos y Asuntos Laborales del Senado de Puerto Rico, jóvenes, madres, y organizaciones contaron sus vivencias luego de ser discriminadas, en el ámbito laboral y académico, por llevar cabello afro y peinados protectores.

La audiencia se realizó para discutir el proyecto del Senado 1282 que busca crear la “Ley contra el discrimen por razón de estilos de cabello”, y establecer la política pública contra el discrimen racial contra los diversos peinados protectores y texturas de cabello que se asocian con identidades de raza y origen nacional.

La universitaria Alanis M. Ruiz Guevara, peticionaria de este proyecto, comentó que el discrimen hacia los cabellos afro y los peinados protectores no es uno personal, sino sistemático que se ha silenciado por la cultura racista. Además, mencionó una anécdota que vivió luego de llegar a una institución académica con unas trenzas estilo “cornrows”.

“Este tipo de agresiones son comunes dentro de las instituciones educativas, en las cuales se propicia el racismo bajo sus reglamentos. Donde incluso se le exige a los niños masculinos que llevan sus cabellos afrorizados a tenerlo corto, prohibiendo así los peinados africanos”, lee su ponencia.

Ruíz Guevara agregó que es un asunto de salud pública, puesto que las personas negras y afrodescendientes recurren a realizarse alisados que son una combinación de químicos que rompen los enlaces disulfuros de la capa de la corteza del cabello.

“Me parece que en este tema, en cuanto al tema de salud, es importante añadir la salud emocional. Es un tema que se puede ver en todas las ponencias”, destacó la presidenta de la comisión, Ana Irma Rivera Lassén.

Entre las anécdotas de las deponentes, la docente Julia Reyquel Llanos Bultrón dijo que fue entrevistada en el prestigioso Colegio Sonifel de Fajardo, y la directora le dijo que estaba cualificada, pero debía cortar su cabello, pues la institución no acepta rizos, trenzas, turbantes ni dreadlocks, puesto que son tradicionales.

También, Lorraine León Ramírez, madre de dos jóvenes de raza negra y cabello afro, contó que en una ocasión, sacaron a su hijo menor del salón de clases y lo enviaron a la oficina de la directora por llevar el cabello afro. Por este evento, la consejera la citó y le comunicó que por órdenes de la directora no aceptarían más al estudiante, a menos que se recortara su cabello de manera “razonable y aceptable para ellos, según su reglamento”.

León Ramírez, entre lágrimas, relató que fue una de sus peores experiencias, pues ver a su hijo llorar, mientras se negaba a dejar de ser quien era, le creaba impotencia, ya que tuvo que recurrir a recortar su cabello para no afectar su aprovechamiento académico.  

Por su parte, el senador independiente José Vargas Vidot expresó que “yo he sido discriminado por eso. En el 2016, cuando gané, lo primero que me dijeron fue que debía recortarme y peinarme como los nenes; yo lo sufrí. Hoy, me siento más en ese banquillo [mesa de deponentes] que en este [podio de senadores] porque me identifico con sus relatos”.

Por su parte, la senadora María de Lourdes Santiago Negrón comentó que “hay una fuerza muy malvada con un inmenso poder en el país […] Estas voces [las deponentes] tienen que escucharse, y hay cosas que hay que ponerle un ‘detente’ y es ya. Aquí habrá una visibilización de un tema que se quiere esconder debajo de la alfombra”.

Por otro lado, la escritora Mayra Santos Febres relató en su ponencia que “el aspecto limpio, profesional, saludable se sigue midiendo según el modelo de lo blanco”. Destacó que el proyecto en discusión educa y demuestra la importancia de que la ley cambie a tono con los tiempos y sienta pautas de otras leyes que quedan por revisar para “lograr una verdadera inclusión social para la erradicación del racismo”.

Además, Taller Salud, en su ponencia, avaló la medida, pero recomendó que se debe establecer mayor especificidad en los mecanismos de fiscalización y remedios para medir el cumplimiento de la ley. Además, sugirió mecanismos de adiestramientos al personal de recursos humanos en agencias y empresas privadas para abordar prácticas discriminatorias.

A preguntas de la senadora Rivera Lassén sobre estas recomendaciones, la organización destacó que no es solo ver afiches y expresar la aprobación del proyecto de convertirse en ley, sino que se les debe educar a los empleados sobre el lenguaje correcto, pues “se deben nombrar las cosas como se deben nombrar”.

Por su parte, la licenciada Nahiomi Álamo Rivera, en representación del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos (DTRH), expresó en su ponencia que “el DTRH entiende que la intención legislativa de esta pieza ya está contemplada y protegida en la legislación vigente que prohíbe el discrimen en el ámbito laboral, por lo que no recomendamos su aprobación”.

La senadora Migdalia Padilla Alvelo, así como el senador y coautor del proyecto, Rafael Bernabe Riefkohl, participaron de los trabajos de la comisión.