(El Capitolio)-- El Senado aprobó el Proyecto del Senado 373, de la autoría del senador por el Distrito de Mayagüez-Aguadilla, Jeison Rosa Ramos, una medida que busca enmendar el "Código de Incentivos de Puerto Rico" con el objetivo de flexibilizar los requisitos para que los jóvenes puedan cualificar para el programa de internado, promoviendo así una mayor inclusión económica.
El P. del S. 373 enmienda la Ley 60-2019, eliminando las limitaciones que actualmente condicionan la elegibilidad a requisitos estrictos de educación formal. Esta flexibilización está dirigida a asegurar que jóvenes con gran potencial, habilidades prácticas y visión innovadora, pero que no han seguido la ruta académica tradicional, puedan acceder a los incentivos y participar activamente en el desarrollo económico de Puerto Rico.
El senador explicó que “la Ley 60-2019 establece un marco crucial para el desarrollo económico, pero debemos asegurarnos de que sea accesible para todos nuestros jóvenes talentos. Actualmente, la exigencia de títulos graduados o postgraduados en ciertos incentivos crea una barrera que excluye a muchos jóvenes empresarios con ideas brillantes y capacidad para generar empleos”.
“Con la aprobación de este proyecto, damos un paso significativo hacia el fortalecimiento del emprendimiento juvenil y la economía local. La medida no solo corrige una limitación técnica, sino que responde a un llamado urgente para reducir el desempleo juvenil y fomentar una cultura emprendedora más inclusiva. Es hora de llegar a estos jóvenes donde están, independientemente de su trasfondo socioeconómico, y darles las herramientas para que se conviertan en motores de nuestra economía”, afirmó el senador Rosa Ramos.
La exposición de motivos del proyecto destaca que, si bien la tasa de desempleo en Puerto Rico es del 5.9%, el desempleo entre jóvenes de 15 a 24 años se sitúa en un 13.6%, casi el triple de la tasa general. La iniciativa se alinea con las recomendaciones de expertos y organizaciones internacionales que subrayan la importancia de eliminar barreras regulatorias innecesarias para impulsar la participación económica y el desarrollo de negocios emergentes.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), reducir el desempleo juvenil a niveles similares a los de los adultos podría aumentar el PIB global entre un 4.4% y un 7.0%. El proyecto se inspira en experiencias internacionales exitosas, como el programa Start-Up Chile, donde se ha demostrado que flexibilizar los requisitos educativos fomenta la innovación y la actividad empresarial juvenil.


